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La vida de Anselmo Lorenzo en cómic [05] (1962)

Sábado 8 de abril de 2023

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El Congreso de La Haya, al que asistieron Farga Pellicer y el Dr. Sentinón como delegados por España, consumó la división de la Internacional al votarse la resolución política. Por otra parte, bajo el gobierno de Sagasta, las persecuciones contra la Internacional en España adquirieron una magnitud considerable. Lorenzo fue detenido.
La Federación Regional Obrera Española fue ilegalizada. Sin embargo, sobrevive clandestinamente, celebrando congresos y conferencias secretas. Lorenzo sigue siendo uno de sus más devotos animadores. Ya no vive en Madrid. Abandonó la capital y se trasladó a Barcelona. Allí conoce a una mujer admirable, Francesca Concha, viuda y con un hijo de seis años, que más tarde se convertiría en el orador sindicalista Francisco Miranda. Se casaron en 1876.

De esta unión nacieron tres hijas: Marina, Mariana y Flora. El hogar de Lorenzo era modélico. Ama con ternura a sus hijas y a su compañera. Vive sólo para ellas y para sus ideas. Alma elevada, noble y cordial, en él se reproduce ese milagro de humanidad anticipada que sólo se encuentra entre los grandes místicos anarquistas: Reclus, Salvoechea, Louise Michel.
La actividad de Lorenzo, fuera del marco de la organización, se completó con la creación literaria. La publicación de «Prolétariat militant» le sitúa en la actualidad española. Fue el primer libro publicado sobre el movimiento obrero organizado, en el que se exponían con claridad audaces concepciones de la lucha de clases y de la evolución política. Tras esta primera obra, no se detendría. Con la fecundidad y la constancia que son los rasgos distintivos de su carácter, producirá una obra notable.

La actividad de Lorenzo no se limitó al campo intelectual. Viajaba constantemente de un extremo a otro de la península. Lorenzo fue responsable de la organización de la Internacional en Portugal. Participó en numerosas reuniones, siendo la más importante la celebrada en Madrid cuando las Cortes discutían la legalidad de la Internacional. Las voces más autorizadas y prestigiosas se alzaron en su defensa: Pi y Margall, Lostau y Nicolás Salmerón.
Para contrarrestar las persecuciones desatadas, el Consejo Federal decidió crear grupos de defensa de la Internacional en todas las provincias. Lorenzo, en su mayor parte, se encargó de la organización de estos grupos, realizando constantes viajes por toda España. Durante estos viajes conoció a muchas personas, entre ellas a Fermín Salvoechea, fundador del periódico «El Socialismo», de Cádiz. Con él entabló una amistad duradera.

 

Este cómic fue extraído de Espoir, el periódico de la CNT-AIT de Toulouse en 1962. Ha sido reeditado en forma de cuadernillo publicado en 2006 por Perspective libertaire CNT-AIT, y próximamente está prevista una nueva edición enriquecida.