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En París, Lorenzo entra en contacto con las figuras más destacadas del anarquismo y del movimiento liberal burgués. Era el apogeo de «L’Intransigeant», dirigido por Henry Rochefort, el huido de Nueva Caledonia, el aristocrático comunero. El proceso de Montjuich provocaría una ola de indignación en todo el mundo. Tarrida del Màrmol, que consigue escapar de Montjuich engañando a Portes, llega a Londres, y con Ramsay Mac Donald, en Trafalgar Square, denuncia al mundo a los torturadores.
Lorenzo, en París, entabla una amistad duradera con Malato, Charles Albert, Jean Grave, Sébastien Faure, Augustin Hamon, Jean Jaurès y el grupo de socialistas revolucionarios de la escuela de Jules Guesde. Ahora es famoso el seudónimo de Abdón Terradas, nacido en Montjuich, bajo el cual Lorenzo enviaba artículos a todos los periódicos del mundo, contando lo que ocurría en la fortaleza y apelando a la conciencia humana por las víctimas que estaban encerradas. Esta estancia en París, este contacto con lo mejor del movimiento intelectual socialista, liberal y libertario, le consagró definitivamente como el hombre más representativo del movimiento obrero español.
Lorenzo regresó a España cuando se concedió la amnistía para los condenados en el proceso de Montjuich, tras una larga campaña en la prensa española e internacional, campaña que su amiga Montseny, que había regresado a España con el nombre falso de Federico Urales, había iniciado en «El País». Siguieron tres años fructíferos. Fue entonces cuando escribió «El banquete de la vida», que tuvo un gran éxito. Durante estos tres años aparecieron las siguientes publicaciones: «Voie Libre», «El Pueblo», «Hacia la Emancipación», «Vie Anarchista», la novela «Justo Vives» y numerosos artículos periodísticos, folletos, etc.
El pensamiento social y filosófico de Lorenzo puede resumirse así: el primero en España, exalta la personalidad de las masas trabajadoras, reconoce su inteligencia y su sentido constructivo, y da al «pueblo trabajador», como él decía, la importancia decisiva, la acción decisiva, todo lo que hasta entonces no se le había reconocido. Por otra parte, como educador de multitudes, combate el mesianismo y estimula el sentimiento de responsabilidad consciente y activa. Este pensamiento de Lorenzo, inscrito como idea clave en los cuadernos de la CNT, «Si la sociedad está mal hecha, vosotros estáis ahí para corregirla», resume su fe y su ideal.
En la conferencia «A las clases trabajadoras», que pronunció el 3 de julio de 1913 en el Teatro España de Barcelona -conferencia organizada por el Ateneo Sindicalista- resumió su pensamiento de forma clara y contundente: «Quiero haceros comprender y persuadiros de la idea de que no estamos exentos de toda responsabilidad por el mal social que pesa sobre nosotros. Somos víctimas de él, pero no seremos menos culpables de su continuidad, si no utilizamos la voluntad y la acción que a cada uno nos pertenecen para eliminarlo».
Y concluye como sigue: Cuando, después de la reciprocidad de los deberes y de los derechos, se dijo al mundo: la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos, se quería decir que tú mismo, campesino, minero, tejedor, carpintero, jornalero, desocupado miserable o paria abyecto, debes, asociado a tus compañeros de trabajo y de infortunio, salvarte a ti mismo, liberando así la tierra y los medios de producción de esta usurpación que es la propiedad….
Este cómic fue extraído de Espoir, el periódico de la CNT-AIT de Toulouse en 1962. Ha sido reeditado en forma de cuadernillo publicado en 2006 por Perspective libertaire CNT-AIT, y próximamente está prevista una nueva edición enriquecida.